Las inversiones en tierra productiva pueden ofrecer tres beneficios principales:
Apreciación de capital
La tierra productiva tiene el potencial de incrementar su valor en el tiempo.
A medida que la población crece y la demanda de alimentos y recursos naturales aumenta, la tierra productiva puede experimentar una apreciación significativa en su valor. Esto se debe a que la cantidad de tierra disponible es limitada, mientras que la demanda continúa aumentando.
Ingreso anual
La tierra productiva genera una renta anual asociada a la capacidad productiva del campo.
La tierra productiva puede generar ingresos de dos formas. En primer lugar, si se decide trabajar la tierra directamente, los ingresos anuales estarán asociados al rendimiento de la actividad agrícola. En segundo lugar, es posible arrendar la tierra a terceros, lo que elimina el riesgo productivo para el propietario y garantiza un ingreso regular a través del cobro de alquiler.
Diversificación de tus inversiones
La inversión en tierra productiva puede ofrecer una forma de diversificar tu cartera de inversiones.
Los bienes inmuebles tienden a tener un comportamiento diferente al de otros activos, como acciones o bonos. Esta diversificación puede ayudar a reducir el riesgo general de la cartera, ya que los diferentes activos pueden responder de manera distinta a las condiciones del mercado.
Invertir en tierra productiva puede ofrecer una amplia gama de beneficios financieros y estratégicos. Desde la apreciación de capital hasta los ingresos anuales y la diversificación de la cartera de inversiones, esta oportunidad tiene el potencial de generar resultados positivos a largo plazo.